ERASMUS+, PROFESORES UNIDOS POR LA ENSEÑANZA

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Grupo Erasmus+ del IES Santa Aurelia

DIARIO AMATE. Pilar Brázquez

Hace ahora un año, Carmen Sánchez Hueso, una compañera, Jefa del Departamento de Sanitaria, me preguntó si quería colaborar en un Proyecto Erasmus+. Estaba buscando a un grupo de profesores que quisieran trabajar en la internacionalización del centro. Le dije que sí. Y en ese momento comenzó una nueva aventura vital que entre otras cosas me ha llevado a tener relaciones profesionales con los Territorios Franceses de Ultramar: Guadalupe, Mayotte… Pero empezaré por el principio, me gusta mucho adelantar parte de la historia para mantener el interés. Lo primero que hice fue preguntarle a Carmen, qué era eso de un «proyecto Erasmus+».

Me dijo que lo convocaba el Parlamento Europeo y pretendía que profesores y alumnos de la Comunidad Europea abrieran fronteras compartiendo sus experiencias docentes y colaborasen estrechamente en proyectos educativos. «Cuenta conmigo, me parece muy interesante. Vamos a darle un poco de «marcha» al instituto que están un poco aburrido».  «Qué es lo primero que tengo que hacer? «Darte de alta en la plataforma eTwinning» me dijo Carmen. Esta es una plataforma que permite a los docentes europeos ponerse en contacto para realizar proyectos y compartir ideas. Me di de alta y esto fue lo que puse en mi perfil: «Trabajo las Tic en el aula y hago con mis alumnos todos los años un periódico digital. Hemos tenido varios premios nacionales. El pasado curso ganamos la XIII edición del concurso periodístico El País de los Estudiantes, que convoca el diario El País. También ganamos el concurso del Ayuntamiento de Sevilla contra la Violencia de Género con el eslogan: TE AMO#TU AMO».

Eso quedó ahí, yo ni sabía para qué servía lo que había hecho. El curso continuó y seguimos trabajando en el proyecto Erasmus+ intentando encontrar socios europeos con los que establecer lazos. Yo lo intenté con los contactos de Croacia que había establecido a raíz de ganar el premio de El País, pero al final no cuajó, lo cual en cierta medida, fue una gran desilusión. Eso de establecer lazos con otros centros europeos parecía algo bastante difícil. Sin darnos cuenta, como siempre decimos, aunque si lo piensas, desde luego que no es verdad, llegaron las vacaciones del verano. Y desaparecimos, olvidando proyectos, docencia, tutorías…

Pero un día (ya había olvidado que estaba apuntada en eTwinning) recibí un correo electrónico, exactamente el 21 de julio de un tal Nicolas Auguste que me decía que hacía una revista anual con sus alumnos en la que trabajaban sobre temas de actualidad. Me comentaba que ese proyectos lo llevaba a cabo con otros institutos. Y aquí es donde empecé a perderme porque él era profesor en Mayotte (imposible encontrar Mayotte cerca de París), también me hablaba de Guadalupe (cuál?), y de un liceo francés en Singapur (éste sí me sonaba). Busqué Mayotte y lo encontré en una isla en pleno Océano Índico frente a Mozambique. Y Guadalupe, claro, estaba en el Caribe. Bueno ¿cómo os quedáis? Pues yo me quedé de una pieza. Nicolas finalizaba preguntándome si me interesaba.»A bientôt j’espère». De pronto se había establecido  contacto con otro instituto europeo, cuando menos me lo esperaba. Desde luego esa mañana paseando por la duna de Bolonia (Cádiz) era lo último en lo que yo podría haber pensado.

Le contesté (el 1 de agosto) que sería muy interesante participar en su proyecto y le mandé los enlaces con nuestros trabajos. Nicolas me contestó (el 18) que había visto nuestros trabajos, le parecían muy interesantes y le encantaría trabajar con nosostros. Me comentó que una compañera de español, Marie Jaurou, había elaborado un informe sobre una entrevista (con vídeo) que le hicimos a una periodista para que los alumnos de Mayotte y Guadalupe preparasen una exposición oral y utilizasen el formato de preguntas para realizar otras entrevistas a imitación de la nuestra. De pensar que en lugares tan lejanos estaban utilizando el material que habíamos elaborado en la clase de Medios de Comunicación, me dio un «subidón».

Me pidió que me diera de alta en su proyecto de eTwinning: «1107, publiez les articles de vos élèves”. Así lo hice, este año no hemos publicado nada en su revista que salió en diciembre, pero espero, como dice Nicolás, que el próximo año podamos publicar. Todo lo que llevamos de curso la colaboración ha sido muy intensa, especialmente con Marie (Guadalupe). Nuestro alumnos se escriben cartas (esas de papel, las que ya nadie escribe, con matasello de Sevilla, de Guadalupe…) Se entrevistan, hacen  presentaciones, graban vídeos, con un sistema que hemos ideado bastante curioso. Os diré cómo se nos ocurrió. Yo quería que mis alumnos entrevistarán a Nicolas para la página de Internacional de nuestro periódico (participamos en el concurso periodístico de El País: «El País de los Estudiantes»), pero no quería que fuese solo vía correo electrónico y por Skype era difícil dada la diferencia horaria. Así que se me ocurrió que mis alumnos se grabasen haciéndole las preguntas y Nicolas se grabase con las respuestas y luego mis alumnos montasen el vídeo final. Creo que ha quedado bastante bien. El mismo sistema hemos utilizado con unas alumnas de Marie que practican deporte. Ahora mismo estamos editando para nuestro periódico la entrevista de Monika y Emma, dos deportistas con mucho futuro. Podréis leerlo en esta edición de Diario Amate en la página de Deportes.

Nicolas y yo nos comunicamos en francés, inglés, un poco de español… a veces no sé bien si lo que le estoy diciendo es verdaderamente lo que quería (Ah los traductores de google¡) por eso la comunicación con Marie fue desde el principio mucho más fluida. Marie vive en una isla, Guadalupe, que para sus alumnas Emmy y Samia es “una isla preciosa, con hermosas playas, un volcán dormido, parques naturales… un verdadero paraíso.”  Su colegio está en Lamentin y se llama: “Appel du 18 de join”. Y compartimos experiencias educativas y trabajamos en proyectos que responden a nuestra idea de que la educación debe ser algo vivo y que abra fronteras a nuestros alumnos.

Pero no contentos con esta colaboración, ya de por sí ajetreada se puso en contacto conmigo Olympe Lorite, también francesa, pero de un pueblecito cerca de París, el 25 de octubre de 2015. También a través de eTwinning y claro, y también tenemos algunos trabajos en común: presentaciones entre nuestros alumnos, entrevistas… y un proyecto en la plataforma eTwinning: «De Norte a Sur. Descubriendo el Mundo» en el que queremos ir colgando nuestras colaboraciones.

En noviembre, Melike Dibo, profesora turca, me pedía colaboración para realizar un proyecto Erasmus+, tipo K2 entre varios países europeos. Reconozco que estuve tentada de iniciar otro proyecto, pero la situación un tanto inestable de esa zona me llevó a decirle que no, aunque no descartamos otras colaboraciones en un futuro para nuestro periódico.

Y recientemente en febrero Safiye Saglan, profesora de un instituto en Estambul, también me pedía la colaboración para participar en un proyecto K2…

Cuando leo todo esto no sé de dónde saco el tiempo, pero una cosa tengo muy claro, no concibo la enseñanza más que en continuo movimiento, como algo vivo, y es algo a lo que no voy a renunciar.